Las piso aunque no quiera. No puedo evitarlo. Están en todas partes, formando una especie de mosaico orgánico que en estos días ha cobrado más vida. No importa cómo te vistas, qué zapatos lleves o el clima que a esta ciudad le dé la gana de llevar, el hecho es que ha llegado el otoño: las gotas caen, las hojas también, del cielo, los árboles y las personas, sin que nadie pueda evitarlo. La belleza del cambio, sin duda, y al menos para mí, la llegada de la melancolía.
2 comentarios:
a ver.. "la llegada de melancolía" vergación, parce que ahora te la pasaras encerrada, escuchando portishead y radiohead todo el dia, y pa mas vestida de negro con cuadros al estilo gotico!
Esa no es la Pilar que yo conozco, en persona no eres como escribes.
Ese semblante radiante que desprendes alegria en los que te rodean, esa carcajada que todo el mundo desea escuchar, ese "EEEEEESOOOOO"! que los que conocemos nos encanta escuchar. esa especie de AMELIE maracucha que ayuda todo el mundose y que siempre esta riendo.
Esa no es la misma que escribe en este blog.
QUE MARICONERAS ESCRIBIS ANDRES VERGA!
I´M BACK!
Publicar un comentario