Hace poco me cambié de casa. Como es lógico, hice cambiar la dirección de mi correspondencia pero, tal vez por falta de costumbre del cartero a mi nombre, algunas veces los coloca en el “limbo de los desconocidos”; esto es, en la parte de arriba de los buzones. Allí encuentras sobres para destinatarios que viven en otras calles, o de personas que posiblemente no residan allí.
Fue en uno de esos días cuando me topé con el sobre más curioso que he visto. No recuerdo el nombre del destinatario –era un hombre, eso sí- y venía de la Oficina para la Causa de Todos los Santos.
Recuerdo que el asunto me sorprendió. Inevitablemente pensé que vivía en el mismo lugar donde vivió el padre de “La Santa”, protagonista de un cuento del Gabo, a quien por fin (al mejor JOLIGUD style), le llegaba la bendita carta, aunque ya su destinatario hubiese muerto y La Santa siguiera en el estuche donde la transportó hasta el fin de sus días hasta que un nuevo inquilino la descubriera.
Pensé también que era posible que estuviera pisando los mismos viejos escalones de madera que un santo contemporáneo. Tal vez eso, resulta cuando menos curioso. Finalmente, dejé de pensar en el asunto.
Unos días después, me fijé por curiosidad para ver si seguía allí. En su lugar estaba un sobre de un banco y el resto de la pared. Me pregunto qué milagro se la habrá llevado.
Fue en uno de esos días cuando me topé con el sobre más curioso que he visto. No recuerdo el nombre del destinatario –era un hombre, eso sí- y venía de la Oficina para la Causa de Todos los Santos.
Recuerdo que el asunto me sorprendió. Inevitablemente pensé que vivía en el mismo lugar donde vivió el padre de “La Santa”, protagonista de un cuento del Gabo, a quien por fin (al mejor JOLIGUD style), le llegaba la bendita carta, aunque ya su destinatario hubiese muerto y La Santa siguiera en el estuche donde la transportó hasta el fin de sus días hasta que un nuevo inquilino la descubriera.
Pensé también que era posible que estuviera pisando los mismos viejos escalones de madera que un santo contemporáneo. Tal vez eso, resulta cuando menos curioso. Finalmente, dejé de pensar en el asunto.
Unos días después, me fijé por curiosidad para ver si seguía allí. En su lugar estaba un sobre de un banco y el resto de la pared. Me pregunto qué milagro se la habrá llevado.
10 comentarios:
Pilar y el resto de los amigos. cuando quieran les presento al embajador intergaláctico...
HENMY LOS QUE QUIEREN CONOCER AL EMBAJADOR INTERGALACTICO SON PETETE Y EL COMECOÑOS, A MENOS QUE HAYAS DECIDIDO HACERLO PUBLICO Y NOTORIO SEGUN LA TRADICION HUSTLERIANA, SI ES ASI RECUERDA MI COMISION DEL 30%...
Henmy, presenta a tu amigo intergalactico en tu Blog, y que te ayude petete y come coño si es que ya te comió el coño porque tiene tiempo que no aparece.
a malula concejal:
tiene tiempo para hacer comentarios, pero su Blog todavia esta con el articulo del Darwing ese de los tatuajes..
aunque sea eche un cuento de eustoquio echandole un polvito perfumado
OFREZCO UN SIX PACK DE QUESITOS AMERICANOS AL QUE AVERIGUE LA VERDADERA IDENTIDAD DE MALULA...
INTERESADOS COMUNICARSE CON AL CAPONE
ABSTENERSE INTERMEDIARIOS
yo prefiero qu elos ofrescas a la identidad del comecoños y petete..
Que sí me he comido el coño de Henmy! Eso no lo dudéis!
El CC
El único que se ha comido el coño de Henmy soy yo, espero que te quede bien claro come co... mejor dicho: come mierda!
pilar, a vos como que te llamaron de la oficina de todos los santos.. donde andais metida? ni una disculpa bloguera ah?
y ni siquiera esta henmy para volver a comerme su coño...
el cc.
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