jueves, marzo 29, 2007

Versiones


La imagen era perfecta. Él se marchaba y ella solo podía ver su espalda, más pequeña con cada paso, esa que tanto acarició días y noches, sin que nadie le advirtiera que quizás no volvería a ver jamás.

Ella se mantenía de pie, erguida, haciendo la mejor actuación de su vida, pero las lágrimas la traicionaban y rodaban, limpias, transparentes hacia un suelo lleno de polvo y huellas que han pisado todas las latitudes, de otras lágrimas de tristeza y alegría.

A decir verdad, ninguno de los dos contaba con este giro. De hecho, pensaban que su vida, hasta cuando se conocieron, «era un ensayo constante para una obra que nunca tendría lugar», en palabras de Hipólito, el escritor fracasado de Amélie. Luego de conocerse, cambiaron de frase: «la vida no era sino una excusa perfecta para unirlos». El amor tiene esas cosas.

Hace exactamente 2 años, 5 meses y 18 días, Vera decidió cambiar de vida. Renunció al «trabajo de cubículo» que le había permitido ahorrar lo suficiente. Se inscribió en un taller de actuación y expresión corporal y se dio dos años para comenzar su nueva vida como actriz.

En una zona horaria opuesta, Colin terminaba una relación de cinco años con Sophie. Ese tiempo había sido más que suficiente para saber que no estaban hechos para vivir juntos y decidir que si quería hacer carrera como profesor de inglés, debía buscar un sitio donde pudiera trabajar, un sitio que le gustara y tuviera tanto sol como su ciudad.

Vera cambió de ciudad sin muchas complicaciones. Consiguió un apartamento cómodo, iluminado, cerca de su escuela. El precio era un poco alto y no conocía a nadie, así que decidió poner un anuncio. Después de unas cuantas entrevistas, se decidió por un chico extranjero, profesor de inglés que además se ofreció a darle clases a cambio de que ella cocinara. Un negocio nada malo, pensó Vera, para cuando llegue a Hollywood.

**Vuelven los ejercicios de redacción. Los invito a sigan esta historia en los comentarios**

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Colin empezó a sentirse fascinado por Vera, una persona que como él había decidido cambiar una vida comoda pero sin emoción, por una llena de incertidumbres que tal vez desembocara en sueños cumplidos.

Vera era un soplo de aire fresco, divertida y cambiante como los personajes que aspiraba interpretar y también la única persona que conocía en la ciudad. Ella le presentó a sus amigos y compañeros, le mostró los lugares que para ella resultaban mágicos en aquella ciudad y le abrio una parcela de su corazón, creando así una relación de amistad que de puertas afuera todos pensaban que era algo más.

Noches de confidencias, amaneceres de desengaños artísticos, alumnos rebeldes, ex novias que llaman, todo ello tejió una relación hermosa y complicada que no sabían muy bien hacia donde se encaminaba.

Después de mucho pensarlo y de varias noches sin dormir, Colin decidió que iba a hablar de sus sentimientos con Vera, a cara descubierta y además, como ya vivían juntos, iba a pedirle matrimonio porque estaba convencido de que ella era la mujer de su vida.

Preparó la casa para la ocasión, velas y flores por centenares, su cd favorito sonando y una cena digna de una princesa, todo era poco para ella, cuando ella entró en casa estaba feliz, exultante y cuando vio la decoración, le preguntó a Colin quien se lo había contado. Él estaba desconcertado, contado el que?? preguntó, ella anunció que le habían ofrecido el papel protagonista de un musical, él estaba feliz por ella pero su corazón se rompió en trocitos cuando ella le pidio que le ayudara a recoger sus cosas ya que en dos semanas se mudaba a otra ciudad donde iba a trabajar.

Millones de sentimientos cruzaron su mente y su corazón, confesar sus sentimientos, irse con ella, no decir nada, dejarla marchar, asumir un más que probable rechazo...todo le daba vueltas, cuando por su mente cruzo la imagen de su marcha tiempo atrás y la de su novia llorando la ausencia que ya comenzaba a sentir, se dió cuenta de que no podía ser un lastre y que Vera era un espíritu libre que debía perseguir sus sueños en todas y en ninguna parte, así que le dijo que la cena era para festejar su contrato e hizo de tripas corazón.

Las dos semanas siguientes la ayudo a recoger sus cosas, con cada caja iba guardando recuerdos y enterrando sentimientos.

La noche antes de su marcha él le pidió que le dejara como recuerdo el cd que sonaba cuando le dio la gran noticia y que le gustaría que se lo dedicara, para decir el día de mañana que él habia vivido con una gran estrella. Ella lo hizo gustosa y le dijo que no se pusiera dramático, que seguirían en contacto.

Se fueron cada uno a dormir, Colin le dijo que la llevaría al aeropuerto y ella acepto. En la cama mil cosas rondaban la cabeza de ambos. Colin se quedó adormilado, la puerta de su cuarto se abrió y Vera se deslizo entre sus sábanas sin musitar palabras, ambos se miraron a los ojos y como si todo estuviera dicho y estuviera claro, comenzaron una sinfonía de besos y caricias que parecía no tener fin, aquello sin duda, era amor.

Cuando llegó la mañana Colin se despertó y lo único que encontró a su lado fue una nota que decía: "los sueños hay que perseguirlos, aunque se dejen trocitos del corazón por el camino".

La buscó por la casa pero... no estaba, salió hacia el aeropuerto con la esperanza de que cuando le viera decidiera permanecer con él.

Última llamada para su vuelo y Vera daba gracias al mundo porque Colin no se había presentado allí poniendole más difícil la marcha, cuando se dirigía hacia el mostrador le vio, la miraba con los ojos llenos de lágrimas... esperando una respuesta, pidiendo una explicación, ella que no era experta en dar respuestas y odiaba las despedidas le tiró un beso desde donde estaba y le hizo un breve gesto de adios con la mano cuando se dirigía a embarcar.

El avión de Vera despegó y tras muchos ensayos y momentos de soledad en los que se arrepentía de haber dejado a Colin, llegó el día del estreno, ella le envió dos entradas y dos billetes de avión para que fuera a verla, pero él los rechazo educadamente.

La noche del estreno, salió al escenario y encandiló al público como lo que era, una gran estrella, sin embargo cuando salio a saludar sintió una punzada de soledad y tristeza, su sueño tenía un tinte agridulce ya que no tenía con quien compartirlo, regresó al camerino y un gran ramo de rosas blancas la esperaba, la nota que lo acompañaba decía: "Has estado maravillosa".

Ella sabía que aquel ramo era de Colin y lo llamó para hablarle, darle las gracias, decirle que lo necesitaba y que su sueño no valía nada si él no estaba con ella.
El teléfono sonó una, dos veces y a la tercera descolgaron, se escuchaba mucho ruido de fondo y por megafonía sonaban los agradecimientos por haber ido al teatro y rogaban que el público abandonara sus butacas, el corazón de Vera dió un vuelco, él estaba entre el público, salió corriendo hacia el patio de butacas con el teléfono en la mano, sin prestar atención a la respuesta, cuando llegó al patio de butacas solo estaban ella con el teléfono y otra mujer, que estaba respondiendo a su móvil, ambas se miraron y Vera reconoció en aquella extraña a una mujer que había visto antes, en muchas fotos, era la ex novia de Colin. Vera comprendió en aquel momento que mientras ella perseguía su sueño, Colin había buscado con quien compartir el suyo, se miraron la una a la otra, no articularon palabra, llegó Colin, miró a Vera pero no le dijo nada, cogió a su novia de la mano y abandonaron el teatro.

Al rato Vera recibió un sms:"Fuiste la luz de mi vida
y mi musa preferida, pero todo se acabo...". Esa era una de las canciones del cd que él le pidió y sería la banda sonora que mitigaría aquel "Hasta siempre"

Anónimo dijo...

Lo siento, es un poco largo, pero espero que os guste.

Anónimo dijo...

Winnie.. no sé que decirte, tan realista como triste... es magistral tu escrito. Gracias.