martes, abril 18, 2006

Un día, dos coincidencias (1)

Al amigo del señor Kuppa

Hace unos días recibí un correo de mi amigo Luis. Como siempre, me dejaba saber un poco de su vida y deseaba cosas buenas para la mía. Entre algunas de las cosas que me dijo estaba que buscara la Revista Veintiuno de le Fundación Bigott del mes de marzo. Imaginé que en esa petición estaba la posibilidad de leer por fin algunos de sus poemas, después de años de solicitar tal honor. Obedientemente, fui a buscar la revista pero el resultado fue un rotundo fracaso y la amarga sensación de no poder leer a Luis. No sabía que el destino me tenía preparadas varias sorpresas el día de mi partida.
El domingo pasado volví a Madrid. Salí de Maracaibo, con los pies pesados, sabiendo que debía respirar hondo y seguir, de avión en avión hasta llegar a mi casa (mi nueva casa, desde el mes de abril). Incluso en el aeropuerto, intenté conseguir el tan deseado ejemplar sin éxito. O al menos así fue hasta que subi al avión. "Asiento 5J", me indicó la aeromoza, por miedo a que no supiera leer y hasta allí me dirigí. Saqué un libro y comencé a leer mientras esperaba el despegue y el juguito con el que intentan alegrarte los 45 minutos hasta Caracas. Junto a mí se sentó una señora que apenas llegó, empezó a leer la revista que tenía frente a ella.
No había reparado mucho en el asunto, hasta que en algún momento, los astros se pusieron de acuerdo para que yo mirara y ella leyera una página titulada POEMAS que tenía en el extremo derecho el título del autor: Luis Moreno . Superé mi mutismo en las alturas y le pregunté si la revista era suya. Me dijo que no, que simplemente estaba allí. En cuanto terminó me la entregó y pude entregarme por fin al placer de poner los ojos y la cabeza en las palabras de mi amigo, el genio, el artista. Por supuesto que me traje la revista a Madrid.

7 comentarios:

Luis Moreno Villamediana dijo...

Querida (oh) Pilar: Pilar (oh) querida: Oh:

Gracias por describir a mi gemelo de manera tan conmovedora (Pilar). Después de eso, sólo deseo que llueva para (oh) ir a cantar, claro, debajo de un paraguas (rojo) debajo de la lluvia.

Espero que tu viaje haya sido muy bueno (Pilar), aunque me alegra que estés de vuelta adonde quieres (querida).

Un beso. (Y un abrazo, joder.)

Pilar Faneite dijo...

Estimada Malula:

Primero que nada, agradezco su más que famosa y popular presencia en este humilde espacio...

En segundo lugar, y espero que no se ponga brava por esto, creo que está confundida de Pilar, en mi otra coincidencia, no está usted, sino mi amiga María Eugenia...

Un saludo y espero sus comentarios

Anónimo dijo...

MIRA GUARICHONA, DEJA DE ESTATE ROBANDO COSAS DE LOS AVIONES, MI LINDA… A VOS COMO QUE NO TE ENSEÑARON QUE ESO ES MALO, NO FRIEGUE!!! … ADEMAS VE, SI FUERA UNA MECANICA POPULAR VAYA Y PASE… PERO Y QUE PA LEER UNOS POEMITAS… FIN DE MUUUUUNDO!!!!

Pilar Faneite dijo...

Le agradezco que si va a hacer ese tipo de comentarios, no se esconda en el anonimato. Si tanto me conoce como para insultarme debería saber que ésas no son mis costumbres.

Anónimo dijo...

ANONIMO DE MIERDA.-
SU DESPACHO:

COMO EL QUE ESTA LIBRE DE PECADOS QUE ARROJE LA PRIMERA PIEDRA, AQUI LE VA MI PEDRUZCO...

ENTENDEMOS SU PREFERENCIA HACIA EL HURTO DE MECANICA POPULAR, PUES ES EVIDENTE SU SATISFACCION AL MENCIONARLO, PERO LE RECORDAMOS QUE ESTE ES UN BLOG CON CONCEPTO LITERARIO Y LO QUE USTED SEÑALA COMO CRIMEN NO ES MAS QUE UN ENTERNECIDO RECOVECO DONDE COINCIDIERON POR UN GIRO DEL DESTINO CALÍOPE, ERATO Y LA PROPIA POLIMNIA...

ASI PUES, MI AMIGO DEJESE DE PENDEJADAS, PORQUE ADEMAS LA REVISTA DE LA FUNDACION BIGOTT FUE DEJADA ADREDE POR SU LEGITIMO COMPRADOR, LO QUE LA HACE DEL DOMINIO PUBLICO Y EN NINGUN MOMENTO ES, FUE NI SERA, PROPIEDAD DE LA AEROLINEA.

AGRADECIENDO LA ATENCION DISPENSADA,

SE DESPIDE

EL COÑO DE TU MADRE...

Anónimo dijo...

Así es Malula, ud no tiene nada que ver en mi coincidencia con mi querida Pilar, así que no se meta donde no la llaman, que esto no es ningún cerro!

Anónimo dijo...

Creo que lo mejor de las coincidencias es ver cuánto más pueden sorprendernos las circunstancias, los momentos, los instantes o la etiqueta que queramos ponerle a ese tiempo, lugar y espacio perfectos que se nos presentan sin anunciarse.. Pero no es sólo eso, sino también tendríamos que tomar en cuenta a qué actividades insólitas e inesperadas nos llevan esas benditas coincidencias que a veces nos "pasman" cuando llegan. A veces siento que las llamamos cada vez que deseamos, con mucha fuerza, que ocurra algo.
Supongo que a más de uno le ha pasado que de tanto desear algo... inesperadamente llega... También supongo que en esta línea debería escribir qué vivan las coincidencias que te permitieron Pilar leer "al amigo, al artista, al genio..." Luis Moreno
Valió la pena perseguir esa revista no?