jueves, marzo 30, 2006

Pecados mortales (o Declaración de Guerra a los postres barrocos)

Hace un rato comí un sobao pasiego, esa obra de arte cántabra en forma de bizcochito rectangular que combina a la perfección, harina de trigo, azúcar, huevos, leche, mantequilla y la paciencia de manos expertas para terminar en un festín para los sentidos.

Estoy segura de que la sencillez es parte de su genialidad. Dulce en su justa medida, al igual que los bombones y el pastel de manzana con canela que tanto me gustan. Creo firmemente que lo barroco en los postres se paga caro (en calorías y casi siempre, en precios).

Me gustan los postres rasos, sin tanta parafernalia. Nada de merengues ni cremas pasteleras. Para mí no hacen sino esconder el verdadero sabor de un plato dulce. Los frutos secos, por el contrario, los considero complementos perfectos en prácticamente todos los casos. El Snickers es el ejemplo perfecto en este punto específico, al menos así lo han expresado mis papilas gustativas (les acabo de preguntar). Otra buena combinación son algunos bañados en una capa de chocolate (aquí ellas han recomendado la cheesecake de Jeffrey’s para los maracuchos y la tarta de queso con capa de chocolate de Trinidad del Jardín Secreto por decisión unánime para los españoles). En Caracas, sin lugar a dudas la brownie cheesecake de la Saint-Honoré y en Biarritz, mi voto va al gâteau basque.

He pensado hacer un postre con tulipanes… Se escuchan ideas (sencillas, por favor)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo estoy 100% de acuerdo contigo, Pilar. Nada de postres complicados. Un postre perfecto para tulipanes seria un sencillo Panque, quizas con un toque de chocolate.
Dulces besos

Anónimo dijo...

hmmmmmmm, viernes mediodia, jornada intensiva y hambre voraz... me han abierto el apetito y las tapaderas de los sentidos estos comentarios...
De postres me quedo con el Tiramisu, mi preferido, por esa mezcla de cafe, crema y chocolate que lo hace tan cremoso y lleno de sabor.
Por evocar los dulces venezolanos, yo me quedo con los bombones de "La Praliné" en los Palos Grandes de Caracas. No olvidemos que Venezuela es un país productor de cacao de gran calidad. ¡Olvidemonos de los chocolates suizos!
Por renunciar a uno, el nuevo postre de la infanta Leonor, que no pienso comprar.
Y por amistad, degustaré la nueva innovación con pétalos de tulipanes. Sorprendeme Pilar!
Muxus
Arrate

Anónimo dijo...

Creo en lo simple, con todo y que hay personas como Fabi quienes insisten en que “lo simple es complejo”. Quizás por ello no doy tregua cuando se trata de hacer, seleccionar u optar por un plato de comida, por un rico postre o por un momento simple, sencillo... que, sin dudas, puede convertir el instante en algo extraordinario.
A lo mejor peco de simple o común pero a mi suele pasarme lo mismo que a Pilar y que a otros. No sé quienes hayan visto la extraordinaria película “El fabuloso destino de Amelie Poulin”, de Jean -Pierre Jeunet, creo que pudiera ser el mejor ejemplo de cómo la simpleza puede convertir la vida misma en algo insospechadamente hermoso y delicioso. Al igual que ese rico y sencillo “sobao pasiego” que Pilar pudo disfrutar hoy y que, inevitablemente, la obligó a pasearse por algunos postres que ha deleitado sin mucha “parafernalia”.
Sin dudas hay postres que me permiten alcanzar un “raso” y “dulce” orgasmo como la cheesecake de Jeffrey’s, pero a diferencia de Pilar, en este caso, mi debilidad no es la capa de chocolate sino los pedazos de macadamia. Ese fruto seco que viste y cubre la torta de un toque personal. Dios! Eso sin mencionar la insuperable torta de toblerone blanco también de Jeffrey’s. Eso si es que resulta una delicia. Una perfecta combinación de chocolate negro, blanco y frutos secos. La sola mención de “torta de toblerone blanco” me trajo a la memoria olfativa, visual y gustativa el recuerdo de lo que este postre logra. Confieso que al llevarlo a mi boca me convierto en una mujer multiorgásmica. Ciertamente en Saint-Honoré también preparan postres que resultan ser toda una exquisitez. Pero nada se compara con el sabor de la cheesecake con macadamia y con la toblerone blanco de Jeffrey’s.
Me pregunto cómo sabrá la cheesecake bañada de crema de tulipanes o la toblerone blanca rellena con pequeños pedazos de tulipanes verdes....

Anónimo dijo...

Nada de postre!!!! SEXO lo que necesitamos es SEXO, simplemente SEXO jajaajajaj
ahhhhhhhhh puede ser con tulipanes verdes... si como sea!!!

Anónimo dijo...

la aspiradora ninfoMEXniaca de marte

Luis Moreno Villamediana dijo...

A mí lo que me molesta son algunos postres medievales y casi todos los neoclásicos.

Natasha Tiniacos dijo...

Opino, como apasionada por los postres, que Pilar tiene razón. El postre con tulipanes debe tener escasos ingredientes para que ninguno se le escape al paladar y puedan disfrutarse uno por uno, sin mayor distracción. Pudiera ser así como el ponque que se recomienda, tipo Angel Cake... Pero eso sí, sería imperdonable que el postre con tulipanes no tuviera un toque criollo. No planteo aderezos de coco, ni plátano. Más bien una coronita de helado encima, como el que ofrece esta maquinita que se las ingenia para llegar a todos los rincones de la ciudad: http://photos1.blogger.com/blogger/
2657/2501/320/HPIM2528.jpg

Anónimo dijo...

Nada como un buen postre... simples o barrocos no hay quien se les resista!!! Como amante de la buena cocina, no desisto en descubrir día a día nuevas recetas y opciones. Mi personal recomendación sería: un biscuit a base de huevos y azucar, rellenar con una mezcla de mascarpone, crema, almendras y pétalos de tulipanes en confit y una cobertura a base de chocolate y naranja...
Me encantaría probarlo.

Anónimo dijo...

ODIO LAS PITUFRESAS!!!

Anónimo dijo...

Dejen de comer tanta mierda...con razón están tan gordas..! comanse los petalos solos.. y los pasan con un vaso de agua..pá ver si rebajan..